lunes, 30 de noviembre de 2009
Cajita Feliz Llanera
La comida chatarra ha sabido conquistar el mercado de alimentos venezolano. Las cadenas de fast food en nuestro país tratan de venezolanizarse cada vez más a pesar de que en ocasiones nos dejamos deslumbrar por lo desconocido: papas fritas, hamburguesas doble carne con tocineta, merengadas de helado, pollo frito en todas sus versiones y tamaños, sándwiches de 30 centímetros con mozzarella, etc. Sin embargo, hay un nicho que aún no han podido opacar, las arepas madrugadoras.
En esta onda venezolana, las cadenas de alimento han realizado importantes experimentos, fallidos, pero experimentos al fin. Recuerdo aquella promoción de McDonald: yuca frita y guasacaca McDonald. Han llegado al punto de ofrecer las Mac Arepas en el desayuno.
Podría imaginar una situación tan sencilla como esta:
-Buenos días. Bienvenido a McDonald. ¿Qué desea ordenar?
-Buenos días. ¡Uhmmm! Una Mac Arepa con Té frío grande por favor.
-¿Mantequilla para su Mac Arepa?
-Sí. Light, por favor.
-Son 40 bolívares.
-Aquí tiene.
-Gracias y buen provecho.
Hasta ahora todo parece normal pero nunca podría faltar algo como esto:
-Buenos días. Bienvenido a McDonald. ¿Qué desea ordenar?
-¡Epa! ¿Hay pelúa ahí?
-¿Disculpe?
-Pelúa o carúpano, lo que haya.
-¿Carúpano?
-Sí vale, una arepa de chorizo.
-No señor, de esas no hay. Jamón y queso.
-Bueno. Una de jamón y queso de mano ahí y una avena.
-Señor, no vendemos queso de mano.
-¡Que peo!
-Paisa o mozzarella.
-¿Por 40 bolos? No, loco. Están pelando más bola que garrapata en peluche, papá.
Lo tradicional podría tener sus límites y algunas veces hasta ser contraproducente. Una vez fui a un KFC y sólo para variar le dije al joven de la caja que me diera medio pollo con hallaquitas y casi le da un derrame cerebral. Automáticamente respondió (en serio, no respondió en broma): Ahorita no tenemos, señor.
El pollo es digno de ser servido en todas sus modalidades criollas en estos establecimientos. Un pollo en brasas con papas fritas y un cheese cake no suena ni mal.
Pero no todo es crítica, las propuestas también son bienvenidas especialmente si satisfacen el gusto de todos los paladares. No estaría mal pasar un domingo llanero con la familia sin salir de la ciudad y sin quedar hediondo a tizón mojado al final de la tarde.
Se me ocurre crear la revolución alimenticia en estas cadenas de comida rápida: la Cajita Feliz Llanera en varios tamaños, no sólo para niños sino para toda la familia.
El contenido de dicha cajita sería representativo de nuestro llano. En primer lugar podemos degustar un refrescante Mac guarapo e papelón granizado o una Mac avena bien fría y sin dejar de lado la más sabrosa Mac chicha con ajonjolí (aunque no sea del llano cumple con el mandato criollo). Como plato principal tenemos un Mac bistecito acompañado por una suculenta Mac Morcillita crunchy con Mac Guasy (hay que agringar el nombre de la cosa para que no suene chabacano). Si quieres agrandarlo sólo tienes que pagar un poquito más pero vale la pena. A tu pedido se le agregará un Mac Chori con daditos de yuca al estilo brisas llaneras.
La diversión también cuenta y no podríamos esperar menos que entretenimiento y sano esparcimiento con nuestros magníficos juegos voladores y rastreros. La nueva colección de magic flying things te hará estallar de alegría. El kit de juego trae un hermoso saltamontes verde gigante amarrado de una cabuya de metro y medio de largo. Tu “salti” volará y saltará al ritmo de los tirones que le des al hilo. Puedes usarlo como papagayo o como método de distracción para perros y gatos. El combo es variado. Un par de escarabajos negros será lo más anhelado por esos carajitos coños de madre a quienes les gusta joder. La pelea de escarabajos atraerá la atención de niños y los no tan niños. El tuqueque también está incluido en el repertorio. Nada mejor que asustar a la tía besucona con “Tuqui” cuando llega a la casa. “Tuqui” viene en varios colores y tamaños.
Ya imagino los locales llenos hasta los tuétanos con un chill out de arpas. Los establecimientos adornados con las respectivas bolsas llenas de agua para espantar las moscas se convertirán en los nuevos espacios de encuentro familiar.
Sólo nos queda esperar la aprobación de tan ambiciosa propuesta para que los buhoneros comiencen a vender sombreros llaneros y CD’s del Carrao de Palmarito dentro del centro de alimentación.
¡Adiós corotos!
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Y ademas, en ocasion de Juegos Olimpicos, se puede incluir un gurrufio para que los ninos sanamente decapiten a los McGrillos y McTuquis a placer! Diversion sana para toda la familia! Y se pueden incluir fotos del Silbon y la Llorona en la Cajita Felijn! Caraaaacha!
ResponderEliminarjajajajajajajaja el mc silbón
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