lunes, 28 de diciembre de 2009
Las primeras citas
En una relación de pareja las primeras citas son decisivas, un mal movimiento y adiós. Los nervios y la emoción nos llevan a cambiar nuestra forma de ser para impresionar a ese ser querido que nos llena el estómago de mariposas los primeros días y que después nos lo llena de úlceras.
Las cenas y los almuerzos son muy importantes para establecer esa conexión necesaria entre gustos y deleite culinario. Si el restaurant es muy costoso y refinado no debe haber mucho problema porque se trata de comida internacional, nada que un simple pollo en salsa de alguna vaina no pueda resolver. Si hablamos de algo criollo o más tradicional ahí la cosa cambia. Cuando lleguen al restaurant traten de no sentarse cerca del baño ni lejos del alcance de los mesoneros para que no pase por el idiota que tiene la mano en alto para pedir una vaina y nadie lo ve.
El menú se convierte en un tablero de estrategia mutua, tanto él como ella intentarán descifrar lo que pueden o no pedir sin que el otro arrugue la cara:
-(voz interna) Coño, qué bien. Hay mondongo. Tendré que pedir el pollo a la plancha para no pasar de chaborro.
-(voz interna) Qué rico, garbanzos. Creo que pediré la ensalada césar y la pechuga. Se va a aterrar si me meto los garbanzos.
Creo que pocas y pocos han sido los osados que se atreven a pedir una sopa de rabo o un pabellón con huevo frito acompañado de unas frías en la primera cita.
El jugo también tiene su carácter social. Un batido de fresa o melocotón es el ideal para la primera cita. El jugo de zapote o una merengada de guanábana matan la pasión en esos primeros momentos.
Las areperas son otro punto álgido. Después de una rumbita sobreviene el hambre y adivinen a dónde hay que ir. La arepera fashion lo resuelve todo mientras que la arepera regular te pone nuevamente en estado de alerta.
En la arepera fashion el queso amarillo es impelable, acompañado por el juguito de fresa. En la arepera regular las posibilidades de cagarla son muchas:
- (Voz interna) Nada como una de dominó con chicharrón y un café grande. No quiero quedar mal con la jevita. Me sale pelúa o pollito.
-(Voz interna) Si pido la de pulpo me va a dejar aquí. Aunque se ve de un rico.
Ya después de los primeros meses se muere el encanto. Aquella alma gemela se echa peo, ronca, deja el talco regado por todas partes, ya no es puntual, no se peina y se pone la misma ropa. Hasta el hábito alimenticio le cambia: come choripan, desayuna mondongo y come empanada de guacuco y un vaso de avena.
Sin importar lo que haga en las primeras citas para impresionar a su media naranja, la experiencia dice que a los meses el monstruo aparecerá con todos los hierros.
martes, 22 de diciembre de 2009
Marque 1
Los sistemas automatizados pueden ser de mucha utilidad en estos tiempos modernos; sin embargo, no siempre brindan la comodidad ni la seguridad de una atención personalizada.
Para el caso de transacciones sencillas, una simple llamada telefónica al sistema automatizado puede marcar la diferencia entre agarrar una arrechera tras ir al banco y que igual te digan que tienes que hacerlo por teléfono o estar echado en casa escuchando la voz de la operadora mecanizada diciendo “transacción realizada satisfactoriamente. Gracias por llamar a nuestro servicio automatizado”.
El problema comienza cuando queremos formarle un peo a alguien o aclarar una duda. Si a usted le debitaron mil bolos de su cuenta, le garantizo que no querrá escuchar la tan temida expresión “para reclamos, marque 1”, entre otras. La desesperación no tarda en llegar cuando no puede resolver. He llegado a pensar que cuando los panas graban las llamadas es para reírse entre ellos mientras beben en la oficina: “Pon la del domingo pasado. Es la vieja que grita que le devuelvan sus reales jajajajajajaajja”. Creo que al final del año hacen una especie de premio Ronda de las mejores grabaciones y el operador más coño de madre. “Y el ganador es…”
La idea de un servicio amigable debería estar asociada a un vocabulario y una realidad también amigable y real. La cosa debería ir más o menos así:
-Para ver cuánto real le queda en la cuenta, marque 1.
-Si le bailaron la cartera con la tarjeta adentro, marque 2.
-Si le clonaron la tarjeta y le jalaron los reales, marque 3.
-Si está arrecho porque no le han devuelto la plata que el banco le quitó por error, marque 4 repetidas veces para ver que tan arrecho está.
-Le bailaron los reales de CADIVI y aún no le han activado la tarjeta, marque 5 mientras grabamos sus groserías.
-Para reclamos, marque cualquier número porque nuestras operadoras estarán ocupadas escuchando las grabaciones mientras se cagan de la risa.
-Si tiene reclamos y un teléfono de disco, cuelgue. Usted está muy arrecho (a) como para que lo (a) podamos atender.
-Gracias por llamar a nuestro servicio automatizado.
lunes, 14 de diciembre de 2009
A mis amigos traductores
Una de las tantas veces que fui a Paraguaná decidí comprar un DVD. Siempre había tenido mala suerte con ese dichoso reproductor, todos se dañaban. Incluso una vez ni prendió cuando lo llevé a casa recién salido de la tienda. En fin, el DVD en cuestión trae, como muchos otros artefactos, un manual que nadie lee. Sí, en Venezuela los manuales no sirven para nada, son simplemente los papeles que vienen pegados con la garantía que nunca usamos.
Este majestuoso aparato trae consigo un manual traducido al español más puro. Como todos saben, traducir es un arte muy sencillo. Primero, usted se mete en Google y busca el texto que desea leer; segundo, le da al link que dice “traducir esta página” y ¡voila! Ya usted tradujo o tradució como dirían otros.
El referido manual trae joyas de traducción. Para comenzar, basta leer la portada con su respectivo equivalente:
-Owner’s manual DVD Player (perfecto inglés)
-Manual de Usuarios Jugador de DVD (perfecto español)
Si nos adentramos veremos más ejemplos dignos de ser documentados:
-Caution: DVD/VIDEO CD/CD PLAYER is a class laser product. However this DVD/VIDEO CD/CD PLAYER uses a visible laser beam which could cause hazardous radiation exposure if directed. Be sure to operate the DVD/VIDEO CD/CD PLAYER correctly as instructed. (Perfecto inglés).
-Cuidado: Jugador de DVD/VIDEO VCD/CD es un product de láser de clase 1. Sin embargo, este jugador de DVD/VIDEO VCD/CD se usa una viga de láser visible que puede causar arriesgada exposición de radiación si se dirige. Asegúrese que opera el jugador de DVD/VIDEO VCD/CD correctamente como instrucciones (perfecto español).
-Caution / Do not open (perfecto inglés).
-Cuidado / No abre (perfecto español).
-This device is intended for continuous operation (perfecto inglés).
-Este aparato es intento para continua operación (perfecto español).
Con la siguiente sugerencia usted podrá disfrutar de su DVD si sigue estos sencillísimos pasos:
-Dear Customers: May we take this opportunity to thank you for purchasing this DVD/VCD/CD PLAYER. We strongly recommend that you carefully study the Operating Instructions before attempting to operate the player and that you note the listed precautions (perfecto inglés).
-Estimados clientes: Podríamos tener esta oportunidad de agradecerles para comprar este jugador de DVD/VCD/CD. Recomendamos fuertemente que pueda estudiar las instrucciones de Operación cuidadosamente antes de intentar a operar el jugador que puede notar las precauciones listadas (perfecto español).
Si desea alargar la vida útil de su aparato, tenga en cuenta la siguiente sugerencia:
-Caution: The apparatus shall not be exposed to dripping and that no objects filled with liquid, such as vases, shall be placed on the apparatus (perfecto inglés).
-Precaución: El aparato no se puede exponer en goteo o salpica y no objeto con líquido, tales como jarras, se pueden poner sobre el aparato (perfecto español).
Así como estas joyas hay muchísimas dentro de este excelente manual explicativo. Esta es sólo una muestra de una traducción al español realizada por un equipo de profesionales altamente calificados y de gran vocación de servicio y alto nivel ético y moral. Su reproducción total dejaría boquiabiertos a los más afamados lingüistas y traductores. Ningún programa de traducción fue utilizado para crear esta majestuosa obra.
Se recomienda el uso de programas que traducen, son tan buenos como la gente que estudia para esa vaina.
Qué fácil es hablar portugués
Muchos piensan que hablar portugués es una manguangua, que es como los tipos de Pare de Sufrir y que además todo se resuelve diciendo “fuchibol” (así es como más o menos pronunciaría un brasileño la palabra “fútbol”) o dando la terminación “ão” a todas las palabras.
Recuerdo aquella vez, en una de mis primeras interpretaciones, que había un chamo de protocolo que era hijo de portugueses y juraba y perjuraba que hablaba portugués. Durante los días del evento acostumbraba a saludar a los invitados brasileños y en especial a una señora muy simpática, no por su belleza sino por su carisma:
-Adeus, rapariga!
Desayuno, almuerzo y cena era “Adeus, rapariga!”. Las primeras veces, la señora respondía con una mini sonrisa incómoda en su rostro. Ya para el último día, el joven recibe nuevamente a la señora en la sala y le da su habitual saludo: “Adeus, rapariga!”. La invitada, harta de tanta “saludadera”, le responde: Rapariga tua mãe, filho da puta! (puta tu madre, hijo de puta). EL joven quedo atónito. De hecho, él hablaba algo de portugués pero de Portugal. Resulta que en Brasil la palabra “rapariga” tiene entre sus acepciones el significado de meretriz o en el más excelso español “puta”, mientras que en Portugal puede ser equivalente de “muchacha” o “moza”. “Adeus” también varía un poco porque da la idea de despedida eterna, es decir, de algo o alguien a quien no se verá más nunca.
La próxima vez que crea que habla portugués piense en este ejemplo y recuerde que probablemente le estará mentando la madre a alguien.
“Adeus, raparigos”
domingo, 13 de diciembre de 2009
El disfraz
Las fiestas de carnaval son las más idóneas para disfrazarse; sin embargo, los adultos prefieren dejarlo para Halloween o para las llamadas fiestas temáticas. Algunas personas escogen no disfrazarse y pasar por maduras en la fiesta: “yo ya estoy muy viejo(a) para esa vaina”. Otros, con el travestismo a flor de piel, no dudan en disfrazarse con el atuendo típico que usaría el sexo opuesto.
Hasta ahora he ido a pocas fiestas de disfraces y la cosa no es tan mala, lo que no hago es salir de la casa disfrazado para no verme ridículo en la calle echando gasolina o sacando real del cajero. Nunca faltan los comentarios de los transeúntes: “jejejej mira al güevón ése”, “que pajúo ese carajo con ese disfraz”. Si usted es de los que piensa como yo, entonces siempre usará un jean y una franela y se disfrazará en el carro para evitar el bochorno.
Creo que lo peor del disfraz es cuando la gente te pregunta de qué estás disfrazado. Recuerdo que una vez tenía que disfrazarme y no tenía ni idea de qué carajo ponerme, fue ahí cuando me vino la idea de crear mi propio personaje: muerto recogelatas. No es lo mismo un recogelatas muerto que un muerto recogelatas. Me puse unos pantalones negros rotos con una camisa bien destartalada. Una despeinada inusual daba ese toque desaliñado que tanto buscaba. En la cabeza llevaba un cintillo de cuchillo plástico de esos que parece que te atravesaran y además llevaba una bolsa negra porque nunca encontré la malla de naranja o papa, herramienta fundamental de trabajo del occiso en cuestión.
Las últimas fiestas de este estilo a las cuales asistí fueron temáticas y eran de los años 70 y otra de los 80. Un buen vistazo en internet nos ayuda con el look. En ambas fiestas había gente conocida y lo peor del caso es que te das cuenta de que toda la vida han estado disfrazados. La ropa que llevan puesta es la misma con la que van a trabajar.
El muerto recogelatas me hizo pensar en disfraces inusuales que seguro arrancarán varias carcajadas en la reunión. Además, suelen ser económicos y se arman con cosas que tenemos a la mano.
A continuación mencionaré algunos que me vienen a la mente:
- Forro de asiento de carro. Muy sencillo. Quite el forro del asiento del piloto y vístalo como si fuera una ruanita. Debido a que no son muy largos que se diga, se recomienda usarlo con pantalones. El forrito del posacabeza lo puede usar de boina.
- Jugador de softball. Ideal para aquellos que tienen hijos adolescentes. Póngase el uniforme de beisbol de su hijo y asegúrese de que los botones queden bien prensados y se le vea la barriga. Lleve una lata de cervezas en una mano y rásquese el culo con la otra. Éxito garantizado.
- Gestor. Póngase una camisa a rayas manga corta con una corbata de pepas o con dibujos animados y un paltó marrón. El pantalón puede ser negro o marrón. Trate de dejarse el bigote. El 2001 o el Meridiano debe estar en el bolsillo externo del paltó.
- Conductor de camionetica por puesto. Use la camisa aguamarina que le regaló su tía y que nunca se pone. Use un jean tradicional con zapatos de vestir. Colóquese un pañuelo en la nuca de manera que cubra el cuello de la camisa. Asegúrese de usar una camiseta blanca debajo de la camisa y déjela ligeramente abierta para que se le vea el pecho. Llévese un vasito plástico de café para que parezca natural.
- Europeo o gringo. Primero, trote toda la tarde y no se bañe al llegar a casa. Use una camisa manga corta, preferiblemente blanca y unos bermudas beige. Póngase unas medias cha cha cha con cholas o botines todo terreno. No use desodorante. Ponga cara de que cualquier persona quiere robarlo.
- Neurótico. Póngase lo que quiera, sólo asegúrese de tomar café y fumar como un demente en la fiesta.
- Cajero de banco. Pantalón de vestir con pinzas, zapatos marrones o negros. Camisa blanca, verde o azul con un pullover azul. Corbata unicolor para contraste.
- McGiver. Al igual que el neurótico, usted puede vestir el atuendo de su preferencia. Cáigale a mojones a la gente. Diga que usted sabe reparar cualquier vaina con un cartón de huevos y una bujía.
Con estos consejos usted será el centro de atención y su originalidad será premiada.
¡Vaya por ellos, tigre!
martes, 8 de diciembre de 2009
Cómo arruinar un posible levante
Ya sea en una discoteca o en un simple encuentro con los amigos, las posibilidades de encontrar un buen levante son altas mientras usted tenga carisma, un buen look, pueda ofrecer una conversación agradable y no se rasque ni se ponga impertinente. Éstas son una serie de recomendaciones para ellas y ellos en esos momentos decisivos de flirteo. (Advertencia: algunos de estos hechos son reales. Se recomienda discreción jejejejej).
Cosas que no debe decir ni hacer para levantarse un culito (hombre o mujer):
-Pues sí, vale. Soy estítico y cómo me duele cuando tengo que ir al baño.
Demasiado terrible. Deje que él o ella se entere después de los dos meses de casados. Ya de ahí pa’lante todo es posible.
-Yo soy el más mentepollo de mis hermanos.
Lo primero que ella querrá hacer es buscar a sus hermanos y ver cuál es el que está más chévere y es menos mentepollo. Bad idea my friend.
-Que el chico la lleve al Aladín con un kilo de helado en busca de una primera noche de pasión y romance y luego le diga al pana que usted sólo quiere hablar y comer helado.
El heladín Jejejejej que rata, eso simplemente no se hace. El pana no le va a llamar ni para pedirte real prestado.
-Sí vale. Búscame a las 9:00 p.m. Total, mi ex tiene que comandar una redada de la policía y no quiero que me esté buscando después. Prefiero estar contigo.
¡Mienta! Diga cualquier cosa pero no vaya. Ella no es el amor de su vida.
-Levar al culito a una cena romántica y sacar la paca de cestatickets y decirle a él o a ella que deje para la propina porque sólo te queda para dos tickets de metro.
Hermano, hermana, si está pelando, no salga. Es mejor que vaya a Sabana Grande a ver al viejo que baila con la muñeca de trapo. No se arriesgue a delatar su condición económica antes de que le arranque por lo menos un besito bien dado.
-Sí, yo te he visto antes. Vives en Chacao, al lado de la farmacia. Siempre bajas a las 8:00 p.m. a pasear al perro en ese mono blanco que me encanta. Por cierto, no te he visto salir más con tu mamá. ¿Está enferma? Hay que arreglar la cerradura de tu edificio porque la llave se pega cuando intentas abrir.
¡Llame inmediatamente a la policía! Él o ella es un sicópata en acción. Lo más probable es que tenga un telescopio y tus fotos pegadas en la pared, llenas de pintura de labios y rajadas con hojillas.
-He enviudado tres veces.
¡¡¡ L A P I N G A !!!
-Tu primo(a) sí besa rico.
Esteeeee…. Bueenooooo….
-Sólo fue un episodio. El médico me dijo que siguiera con mi vida como si nada y que evitara las depresiones amorosas y cosas por el estilo. De resto… creo que hacemos buena pareja.
¡Cucu,cucu!
-Llevar a una jevita a un parque de diversiones y montarse en el barco del coño que marea más que el carajo después de comer y vomitarla sin contemplación en pleno vaivén.
¡Múdese!
-Quedar en verte con una chama que acabas de conocer por el chat, ir a verla y que nunca te haya mencionado que tiene un furúnculo en la cara más grande que un Toronto.
¡CDLM!
-En serio. La orinoterapia ha cambiado mi vida.
Es bueno si te lo dice antes del beso. Es terrible si te lo dice después de haber ido al baño y zamparte un beso apasionado.
-Verdad que conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado. Tengo mala suerte con las parejas pero contigo siento que es diferente. Te amo.
Lo (la) acabas de conocer porque trabajas en un banco y le abriste una cuenta de ahorros. El número de celular lo copiaste del sistema justo cuando él/ella dejaba la oficina.
-Qué casualidad. Si tienes la misma edad que mi mamá/papá.
Jejejejejej si es sinvergüenza se queda. Si busca la pareja ideal para pasar el resto de su vida le dirá que ya cambió bastante pañal.
-Soy chavista/escuálido(a).
Pase la semana sin preocupaciones y deje que todo se descubra el domingo a las 11:00 a.m. después de bajar del Ávila.
El resto del trabajo será por ensayo y error. Sé que usted se identificará en algún momento con estas historias y la idea es que deje sus comentarios para que podamos ayudar a los demás.
¡Por una Venezuela libre de impertinencia, metidas de pata y mala suerte!
sábado, 5 de diciembre de 2009
Anemia ferropénica o ansias de conocimiento
En 2008 tuve que participar en las reuniones del Servicio Comunitario de mi facultad y la verdad es que fue una experiencia agradable, a pesar de todo, y también dejó amigos y noticias asombrosas que llevaron a que escribiera esta historia que de falsedad no tiene nada.
Era un salón muy iluminado de esos que tienen una especie de tarima para que los profesores desplieguen su luz de conocimiento y esparzan su sabiduría sobre nuestras almas pecadoras y carentes de motivación educativa. En él había una pared con ventanales y otra con unas puertas de madera de las que tienen segurito en el piso para abrir de par en par.
Comienza la discusión en clase sobre el fomento del hábito de la lectura y cosas por el estilo. Los ejemplos no se hacen esperar. Los estudiantes de Letras enumeraron los ciento treinta y dos libros que habían leído el primer año de su carrera; los de Comunicación Social contaban sobre los ensayos y cerros de periódico que leían semanalmente; los de Idiomas hablábamos sobre la importancia del conocimiento de mundo a través de la lectura; otros contaban sus experiencias medio tortuosas.
Hubo una historia que me marcó para siempre. El joven que la contaba lo hacía con una mirada perdida, algo de convicción y a la vez un sentimiento de orgullo y amor por su progenitora. Él, estudiante de filosofía, estaba asombrado por lo que su madre hacía y le había inculcado.
-Bueno en mi casa siempre ha habido libros de todos los géneros. De hecho, mi mamá, literalmente, se come los libros.
Yo sabía que la crisis mundial había llegado a varios hogares pero nunca imaginé que afectara a alguien cercano a mi entorno. También supuse que la cesta básica podía tener carencias de vitaminas y minerales esenciales en la dieta diaria. Lo que nunca imaginé fue esto, comerse los libros.
Ya veía yo a la pobre señora en cuatro patas como un chivito sobre la mesa de su casa echándole diente a las obras de Camus o, mejor aún, a la Enciclopedia Salvat con sus trescientos tomos empastados. De aperitivo podía mandarse un Condorito o las mini ediciones de Mafalda.
Entonces, si la amiga en cuestión “literalmente” se comía los libros, seguramente tendría veto permanente en la Biblioteca Nacional y en todas las librerías capitalinas. No sé aún si este hábito corresponde a lo que llaman anemia ferropénica que es una anemia por falta de hierro que genera hambre de elementos extraños como papel, hielo o tierra, entre otros síntomas, o simplemente es que tiene hambre de conocimiento.
Para ella los libreros de la UCV y los que están debajo del puente de las Fuerzas Armadas deben ser una especie de Salad Bar cultural gigante en donde puede degustar platos realmente internacionales y de vieja tradición culinaria sin fecha de expiración.
Había escuchado eso de “comerse el mundo” o “se la comió” y hasta “devorarse los libros” en sentido figurado. Literalmente hablando, habría que echarle bolas para comerse el mundo y comerse los libros.
Creo que lo más saludable en este caso tan anómalo sería darle a la señora por lo menos un Festal con colorante porque lo que debe salir de su humanidad es un chorro de serpentina, un puñado de papelillo o una literatura de mierda.
¡Por lo que comen los conoceréis!
El juego e chapita
Este escrito lo hice hace ya algún tiempo pero creo que siempre tendrá vigencia.
EL juego de chapita es uno de los pasatiempos más importantes de Venezuela. Años y años de beber cerveza y refresco (o fresco) han promovido la preservación de éste ícono de venezolanidad.
En la parroquia Coche, en donde vivo, jugar chapita es muy común. Los fines de semana, cuando ya no había clase, jugábamos por horas. Los que en aquella época eran mayores que nosotros jugaban con más frecuencia ya que eran tremendos vagos.
Para jugar chapita únicamente necesitabas unas 30 chapas (tapas de refresco o cerveza) y un palo de escoba (preferiblemente). Las reglas son muy parecidas a las del béisbol, sólo que cuatro faul (del inglés foul) era un ao (del inglés out). Las carreras las anotabas cada vez que bateabas y el otro no las atrapaba en el aire o al primer rebote.
Algunos jugadores más experimentados y con más malicia preferían aplastar las chapas para que fuese más difícil pegarles con el palo de escoba.
El juego de chapita es apto para todo público. Puedes jugarlo en equipo o lo que llamaban un uno pa’ uno. Los más sinvergüenzas usan las mismas chapas de las cervezas que se toman.
Por cierto, con la prohibición de publicidad de alcohol y cigarrillos en televisión, surge un fenómeno poco estudiado en la esfera cultural de las zonas populares donde habitamos. He visto en repetidas oportunidades que se hacen comerciales de Malta que usan imágenes cotidianas de la cultura venezolana.
Recuerdo haber visto varios jugadores de béisbol jugando chapita en un comercial de Malta. Llamó mucho mi atención el hecho de ver a todos muy felices jugando chapita mientras bebían Malta con sus amigos. Fue entonces que capté lo insólito de la situación. Cuando jugamos fútbol, béisbol o chapita podemos tomarnos hasta ocho (08) cajas de cerveza, sin chistar, pero ¿a alguien se le habrá ocurrido jalarse ocho (se lee 08) cajas de Malta después de jugar fútbol o béisbol? La cagadera debe ser insólita. Tendríamos un colapso hospitalario de dimensiones insospechadas.
¡Ahí se los dejo publicistas!
jueves, 3 de diciembre de 2009
El bolsa de la guitarra
La música está genial, el ambiente se presta para todo y lo más importante es que estás a punto de conquistar a la chica que acaba de llegar.
Con un vaso en la mano te paseas por el apartamento de tu primo, caminas, fumas y luego masticas un chicle para quitarte el olor a cenicero. La música sigue sonando y cada vez se pone mejor sobre todo porque la chica ya cruzó unas palabras contigo y le caíste bien. Por fin comienzan a bailar y a pasarla mejor que antes, sólo que esta vez están juntos y conociéndose mejor.
Del otro lado del apartamento están los echadores de vaina, los que echan los cuentos de aquella vez que fueron a la playa y se quedaron varados en el segundo deslave de La Guaira. También están los que hablan de películas y vinos; no son tan echones pero se encierran en su mini manada.
Por último está el carajo de pelo largo que llegó con su novia de cabello largo, lentes y vestido beige con volados, ésa que se parece a Yoko pero de Guatire. El tipo llega al apartamento, saluda a su pana y luego le presentan a tu primo (el pana es arrocero pero discreto). Da unas vueltas, se besa discretamente con la novia y bebe ginebra Larios con Tang al tiempo que se arregla el cabello detrás de la oreja. La sombra de la chiva le da ese aire intelectualoide que se desvanece apenas le ves las botas militares.
Tú sigues bailando con la niña de tus sueños quien además de bella es simpática. Todo va muy bien hasta que un par de horas después se escucha una voz aterradora que dice:
-Bájenle a la música un momento ahí.
¿Será que los vecinos se quejaron? ¿Van a hacer una vaca para comprar más curda? ¿Hay que bajar a buscar a alguien? ¿Se perdió el CD de Bob Marley? La incertidumbre se apodera del apartamento hasta que el pelilargo toma de su espalda, cual Robin Hood sacando una flecha, su guitarra azul. La guitarra azul es la preferida de los aprendices porque es la más económica y no da tanta paja dejarla seis meses detrás de la puerta del cuarto.
-Mi pana va a tocar una canción.
¡Coño! El carajo va a tocar una canción. Eso indica que no puedes hacer más nada sino esperar a ver qué demonios va a tocar. Silvio y Pablo son los clásicos y por ende esperas algo por el estilo. Uno siempre se sabe un par de canciones para hacer el corito y cantarle a la chama pero hasta ahí. Después de la segunda canción la vaina se transforma en un total fastidio.
-Tengo que afinar primero porque saben que hay que desafinarla para que no se dañen las cuerdas; además, aquí la acústica es medio rara.
El pana se tira unos siete minutos dándole a la vaina. Cualquiera pensaría que el tipo es hijo de Joe Satriani, primo de Santana y cuñado de Juan Carlos (el de la rumba flamenca).
La vaina comienza a impacientar a la gente. Algunos se atreven a pedir una canción. Otros bostezan porque se están enratonando. Los reggeatoneros están muuuuy arrechos porque la vaina estaba fina. El perro se echa en medio del grupo y lanza un suspiro de perro (por cierto, no hay nada que cause más envidia que un suspiro de perro. Ojalá yo pudiera suspirar así y echarme en el mueble a rascarme la barriga).
-Listo. Voy.
Por fin llega la hora y el pana comienza:
-Me pongo a pintarteeee y no lo consiiiigo. Después de estudiarte lentamente termino pensandooo….
¡El coño de su madre! Después de toda esa güevonada del traste y la cuerda y la acústica y la afinadera viene este cabeza de verga a salir con esa vaina.
La jevita se enfrió, el trago se aguó, el hielo se derritió y la abuela de tu primo (que de paso no es tu abuela) se paró a mear. La vaina no tiene vuelta atrás. A llorar pal Valle.
La chama dice que se va porque su papá está cerca y la cosa se puso aburrida. Te quedas solo como un pendejo recostado de una pared mentándole la madre internamente al carajo. Otro sábado echado a perder.
Así que amiga, amigo, si usted es de los que acostumbra llevar una guitarra a cuestas para todas partes, y cuando digo todas partes es TODAS partes, asegúrese de que la mayoría de los presentes sean sus amigos o de otra forma le cagará la noche a más de uno y se salvará de una posible coñaza en las escaleras.
No sea bolsa. No le cague la noche a alguien con esperanzas.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Justos por pecadores
El deporte era nuestro lema. La bebida sólo una excusa para dejar de hacer deporte.
Creo que era un sábado por la noche el día de la inquisición contra nosotros. Éramos tres amigos que veníamos de jugar fútbolito en la UCV. Estábamos más sucios que braga de mecánico, sudados hasta las metras pero con ganas de parrandear.
Uno de los panas le manda un mensajito a uno de sus “culitos”. La respuesta llega y es un sí abierto, sin restricciones de ningún tipo, por ahora.
Llegamos al apartamento de la chama con el atuendo sabatino que nos caracteriza: short, franela, zapatos de goma y una gorra. No teníamos ni un mísero koala para guardar las cosas.
-Hola, muchachos. Pasen. Ellos son unos amigos y unas amigas que también vinieron hoy. Por allá adentro está el novio de fulanita.
-Ah, gracias. Hola, mucho gusto- decimos todos casi que en coro.
-Están en su casa.
Nos hacemos de unas cervezas y comenzamos a hablar y a echar uno que otro chistecito para romper el hielo y disimular nuestras fachas. El novio de la fulana antes mencionada era medio pajúo, siempre nos veía con cara de “estos pajúos me van a enchavar la noche con sus chistecitos y a mí nadie me va a parar ni media bola”. Pues así fue. Nadie le paró ni media bola al pana. Los tres mamarrachos éramos el centro de atención. Había que hacer algo al respecto, pensamos que imaginó el mequetrefe ése.
Los tragos iban y venían. Un fondo musical de Bob Marley animaba el ambiente pero luego cambia a otro ritmo que no recuerdo. Pasan como 30 minutos cuando una de las carajas se va al cuarto donde está el petimetre y sale con lo siguiente:
-Chama, se perdió el CD de Bob Marley.
-Pero…si estaba sonando ahorita.
-No sé, chama.
El carajo no salía del cuarto ni por el coño. Ya sabíamos por donde venía la vaina.
-De aquí no se va nadie hasta que no aparezca el CD- dice la dueña del apartamento.
-A nosotros que nos revisen- decimos en tono jocoso a sabiendas de que no teníamos ni un bolsillo donde guardar nada.
El panorama había cambiado. La contienda era prácticamente siete contra tres y nadie daría un bolívar por nosotros. Los ánimos estaban caldeados y nos sentíamos como cucaracha en baile de gallina.
-Bueno, en serio, si quieren nos revisan.
-No vamos a revisar nada. Que aparezca el CD.
¡Ay papá! Comienzan los gritos y se forma aquel peo, caballo. Entre prendidos y rascados comenzamos a reírnos pero al mismo tiempo arrechos e indignados por la falsa acusación. Uno de mis panas trataba de calmar la cosa mientras el otro y yo les decíamos que si querían nos metieran la mano en el short para que vieran que no teníamos nada. Casi nos bajamos los shorts delante de las carajas.
-Pero revisa, pues.
-Nosotros no somos ningunos ladrones. ¿Yo tengo cara de ladrón? Dime ¿tengo cara de ladrón?
Tanto fue el peo que nos corrieron de la casa como quien corre a los evangélicos. Nos fuimos arrechos, prendidos y con ganas de joder al mequetrefe del novio quien seguramente se estaba revolcando de la risa en el cuarto. Si mal no recuerdo, descubrieron que el carajo tenía el CD y todavía estamos esperando las disculpas del “culito” de mi pana.
Me comieron la arepa
Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre pero habría que preguntarle al perro qué piensa al respecto.
En mi casa había un señor que estaba haciendo unas remodelaciones o reparando algún tubo roto, no recuerdo bien. Lo que sí recuerdo fue lo que sucedió ese día.
A media mañana el obrero en cuestión decide desayunar antes de comenzar la faena. Una arepa del tipo Rueda de Camión envuelta en papel aluminio le hace agua la boca y promete satisfacer su hambre. Decide desayunar en el porche de la casa porque no quería molestar a nadie en la cocina. Se sienta, abre el morral, saca la arepa y se da cuenta de que no tiene bebida para acompañar el bollo de masa aplastado y relleno.
Con algo de confianza acompañada de ingenuidad deja la arepa sobre el bolso que a su vez está sobre un mueble de madera de tres puestos y baja a la panadería a comprar un refresco.
El sol de las 10:00 a.m. aumenta la temperatura así como las ganas de degustar ese delicioso manjar tradicional.
Ya compró el refresco y se aproxima con ansias a la casa. Ya no aguanta el hambre, abre la reja y se encuentra al perro echado en el porche con esa lengua afuera, las patotas estiradas y la barriga brillante de lo lleno que estaba. A su alrededor, restos de servilleta y papel aluminio adornaban el piso y una que otra migajita de masa rodaba por ahí. El perro le había comido la arepa. Mentadas de madre se apoderan de él pero el perro como si nada.
-¿Qué te pasó?- Preguntan en la casa.
-Nada. Sólo que el perro me comió la arepa.
Ya no queda más que resignarse pedir algo de pan y jalarse un refresco mañanero y esperar a ver qué depara el almuerzo.
Cuando beba no tome
Lo peligroso de conducir mientras bebe (según una banda de punk rock llamada NOFX) es que puedes derramar el trago y en cierta forma tienen razón.
Tengo un pana cuyo padre es como el primo de Juan Luís Guerra, el tipo hace de todo y lo bueno es que siempre sale una anécdota digna de compartir con unos tragos encima.
Una de esas anécdotas nos sitúa en una calle capitalina. Al padre de mi amigo lo detiene la policía por haber chocado otro vehículo y manejando con cierto nivel de alcohol en la sangre. La cosa va así:
-Ciudadano, cuéntenos lo que pasó.
-Bueno, yo venía por…..
Comienza aquel hombre a echar el cuento de lo que había sucedido cuando de repente otro oficial empuja por la espalda al papá de mi amigo y lo tumba al suelo sin mediar palabras. La víctima se pone en pie inmediatamente y con la velocidad de flash le asesta una mano en todo lo que se llama cara, con lo que deja inconsciente al pobre representante de la ley. La consecuencia: llevarse preso al señor por agredir a un policía.
Una vez detenido, el señor comienza a gritar dentro de la celda:
-¡Tráiganme a ese carajo pa’ matalo! ¡Tráiganlo! Si me lo ponen al frente lo jodo, lo jodo otra vez.
Uno de los oficiales del orden público se acerca a la celda y le pregunta:
-Oye vale, ¿tú estás loco? ¿Por qué tú le das ese coñazo a ese hombre?
-Bueno, pa’ que coño me empuja. Que dé la cara como un hombre.
-¿Tú no estás viendo que ese carajo te salvó la vida? El pana te empujó porque venía un camión que te iba a llevar por el medio y tú le das esa carajazo.
¡PLOP!
martes, 1 de diciembre de 2009
Los SÍ y los NO del Borracho
Esta sección sirve de instructivo sobre las cosas que deberíamos hacer y las que absolutamente no deberíamos cuando alcanzamos cierto grado de embriaguez.
La siguiente es una recopilación de años de experiencia en la materia tomando como muestra varios de nuestros amigos y conocidos y una que otra historia anónima que a nosotros llega. Por motivos de confidencialidad y la preservación de la identidad de los sujetos involucrados nos hemos reservado los nombres y las fechas (ya pueden respirar, sinvergüenzas jejejejej). Se agradece discreción. Si va a ser leído por niños, niñas y adolescentes, más vale tener una respuesta rápida a cualquier ocurrencia.
Sí: Ir a la fiesta de cumpleaños de tu pana y conocer a la mamá.
No: Decirle a tu amigo que su abuela está arrecha por el desorden cuando la señora en cuestión es la mamá del pana y está allí mientras lo dices.
Sí: Ir a la misma fiesta de cumpleaños de tu pana y bromear con tus amigos.
No: Robarte los adornos de la nevera y lanzar cubiertos y otros utensilios de cocina por la ventana del apartamento.
Sí: Pedir un servicio de ron en un local a las 11:00 p.m.
No: Pedir un servicio de ron en un local a las 6:00 a.m. y después irte a trabajar a las 8:00 con esa cara de tabla.
Sí: Defender tu hombría ante una ofensa.
No: Estar con tu pana que es medio metro más pequeño que tú y tratar de defender SU hombría contra los empleados de una arepera a las 3:00 a.m. después de meterte un poco de caña.
Sí: Ir a casa de una chica que acabas de conocer y pasar un rato ameno y romántico a ver si florece el amor.
No: Ir con tu pana a la casa de la chica que acabas de conocer que a su vez llevó a una amiga traviesa, desnudarse en plena sala cual actor porno sin saber que el padre de las involucradas está en la casa y te pilla desnudo con las medias puestas mientras tú tratas de explicarle al señor que entiendes su descontento porque tú estarías igual de indignado ante una situación similar con tu hija. Después pedirle a un pana que los vaya a buscar al culo del mundo y lanzarse a un puticlub sin cartera y sin zapatos. Absolutamente NO.
Sí: Corresponderle a la chica que acabas de conocer.
No: Responder a un “te quiero” con un “Fino”.
Sí: Decirle a tu novia que, a pesar de que ambos estaban borrachos, la noche transcurrió con tranquilidad y que la dejaste durmiendo en su casa.
No: Decirle a tu novia que la pea que ella tenía era tan terrible que le vomitó los pies a tu mamá y que aún 4 años después la mantengas con esa incertidumbre jejejejejeje.
Sí: Comprar unas cervezas y llevarla a casa de tus amigos.
No: No comprar un carajo y lanzarte a la fiesta de tu amiga. Tener que irse como a las 12:00 a.m. porque tienes otra fiesta y llevarte escondidas en los suéteres y bolsos las birras que otros carajos acaban de meter en la nevera.
Sí: Beber en Margarita con tus compañeros de trabajo.
No: Beber en Margarita con tus compañeros de trabajo y quedarte dormida y rascada en el cuarto de tus panas con la bragueta abierta, la barriga afuera y cara de muñeca vudú despelucada para tener que pararte una hora después para hacer maleta y regresar a Caracas.
Sí: Reírse cuando tus colegas te echan vaina con chistes homosexuales jocosos delante de toda la gente de trabajo para que todos se rían de ti o contigo.
No: Decir vehementemente “yo no soy marico, yo no soy marico” delante de todo el mundo con cara de preocupación y arrechera, buscando la aprobación y comprensión de la multitud.
Sí: Darle la cola a tu amiga a su casa porque ya es tarde y ella también está algo bebida y cansada.
No: Dejar a tu amiga en su casa a altas horas de la noche, que tu amigo la tenga que subir porque la pana no puede ni con su alma y cuando tu amigo baja mearse en la entrada del edificio y tocar todos los botones del intercomunicador.
Sí: Comerte una arepa exótica de madrugada.
No: Comerte una arepa exótica en la madrugada y pisar con fuerza los huevos de codorniz que se te cayeron al piso mientras te ríes como un impertinente salpicando a la tipa que tienes al lado.
Sí: Ir a la arepera a comerte una arepa exótica, que de paso es la misma arepera en donde le dieron la pela a tus amigos.
No: Decir con voz impertinente y la boca llena de salsa rosada “mira ese tipo que ta ahí. Igualito a Ricardo Arjona. Ay sí, ay sí” y salir ileso ante una posible coñaza propinada por el pasmarote en cuestión.
Sí: Ayudar a un pana a pintar un mueble de madera con pintura vinotinto difícil de quitar.
No. Salir a dar unas vueltas en el carro, tomando birra y todo harapiento, que te pare la policía y que cuando te vea las manos manchadas de pintura el paco se asuste, saque la pistola y comience a gritar “¿qué es eso, qué es eso? ¿Eso es sangre verdad?”.
Sí desean agregar más, el blog está a su entera disposición.
¿Te acuerdas de…?
Todos tenemos amigos con los que siempre compartimos expresiones como ¿te acuerdas de aquella vez…? Pues este escrito va dedicado a todos ellos, a los que están y a los que no.
En mis años de muchacho acostumbraba a salir con mis panas de la universidad y del liceo a conocer el misterioso mundo de la noche (aunque a veces el día da más miedo). La cosa iba desde ir a la playa un día de semana hasta hacer lo que algunos aventureros noctámbulos llaman “tour erótico”. El tour erótico consiste en tomarse por lo menos un trago de cualquier cosa barata y que pagues al momento para no tener que depender de un mesonero en cualquier bar de dudosa reputación de caracas.
La noche pasaba de bar en bar utilizando la frase del momento: “fulanito está cumpliendo años”. Aquellas mujeres de la mala vida le caían al sujeto víctima de tan honorable título como jugadores de rugby al balón. Lo interesante era ver cómo podías librarte de ese enjambre de mujeres sedientas (y no creo que era de sexo porque siempre pedían que le brindaran un trago. ¿Será que no les dan ni agua a esas pobres criaturas?).
Una vez fuimos a un lugar cuyo nombre código era “La Floristería”.
-¿Pa’ dónde vamos hoy?
-Pa’ La Floristería.
Ya todos sabían qué hacer.
Llegamos al lugar a golpe de 11:00 p.m. casi que con la cédula en la mano y los reales contados en el bolsillo. En esos lugares uno nunca sabe qué clase de gente puede encontrarse. Nosotros, jóvenes impetuosos y bochincheros, traíamos alegría a la noche. Ellos, gandoleros y gestores de paltó marrón, eran más babosos que lengua e guacuco (también me robé esta frase jejejej).
Una vez instalados en nuestra esquina pedimos una botella de ron pecho cuadrao. La embriaguez sobreviene a los pocos instantes y la alegría bulle.
Uno de nuestros compañeros tenía cara de extranjero de película, de esos que se las levanta a todas: caucásico, alto y con voz de locutor de programa de jazz. Nosotros, no tan agraciados, aún teníamos lo nuestro.
-Muchachos, ustedes nos parecen conocidos- dice una de las chicas.
-Será porque nos han visto en televisión- replicamos varios.
-¿Será? No sé pero sé que los he visto.
-¿No nos reconoces? Nosotros trabajamos en una novela y tenemos un programa. Él (el caucásico) es uno de los productores pero no es de aquí. Es suizo. No habla español pero es pana. Hablen con él un rato.
El pana se puso de todos los colores pero siguió el juego.
-Si quieres nosotros podemos recomendarlas para un casting en el canal.
-Ay ¿en serio?
-Claro vale.
-Sí, mana. Es verdad, yo los he visto en la televisión.
Al pasar el rato nos damos cuenta de que uno de los mesoneros, descontento porque las chicas no le paran a los demás clientes sino que prefieren reírse y evadir la rutina con nosotros, se lleva la botella. No contaba el infortunado amigo con que las chicas eran tan panas que lo delataron inmediatamente y tuvo que devolverla. Esta situación causó malestar en la mesa.
Sin querer, una de las chicas tropieza uno de los vasos de ron y lo tumba a lo que el suizo, que “no habla español”, responde:
-¡Coñuelamadre, me tumbaron el trago!
Todos nos quedamos con cara de “verga la cagaste viejo”. Sin embargo, un golpe de suerte y diversión se adueñó del local después de lo que dijo una de las chicas con un tono ingenuo:
-¡Ay, pero si lo dice clarito!
La risa incontrolable se propaga entre todos y todas. Desde esa noche somos actores de novela con un pana suizo que habla español clarito y que sólo sabe decir groserías.
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