sábado, 5 de diciembre de 2009

El juego e chapita


Este escrito lo hice hace ya algún tiempo pero creo que siempre tendrá vigencia.

EL juego de chapita es uno de los pasatiempos más importantes de Venezuela. Años y años de beber cerveza y refresco (o fresco) han promovido la preservación de éste ícono de venezolanidad.

En la parroquia Coche, en donde vivo, jugar chapita es muy común. Los fines de semana, cuando ya no había clase, jugábamos por horas. Los que en aquella época eran mayores que nosotros jugaban con más frecuencia ya que eran tremendos vagos.

Para jugar chapita únicamente necesitabas unas 30 chapas (tapas de refresco o cerveza) y un palo de escoba (preferiblemente). Las reglas son muy parecidas a las del béisbol, sólo que cuatro faul (del inglés foul) era un ao (del inglés out). Las carreras las anotabas cada vez que bateabas y el otro no las atrapaba en el aire o al primer rebote.

Algunos jugadores más experimentados y con más malicia preferían aplastar las chapas para que fuese más difícil pegarles con el palo de escoba.

El juego de chapita es apto para todo público. Puedes jugarlo en equipo o lo que llamaban un uno pa’ uno. Los más sinvergüenzas usan las mismas chapas de las cervezas que se toman.

Por cierto, con la prohibición de publicidad de alcohol y cigarrillos en televisión, surge un fenómeno poco estudiado en la esfera cultural de las zonas populares donde habitamos. He visto en repetidas oportunidades que se hacen comerciales de Malta que usan imágenes cotidianas de la cultura venezolana.

Recuerdo haber visto varios jugadores de béisbol jugando chapita en un comercial de Malta. Llamó mucho mi atención el hecho de ver a todos muy felices jugando chapita mientras bebían Malta con sus amigos. Fue entonces que capté lo insólito de la situación. Cuando jugamos fútbol, béisbol o chapita podemos tomarnos hasta ocho (08) cajas de cerveza, sin chistar, pero ¿a alguien se le habrá ocurrido jalarse ocho (se lee 08) cajas de Malta después de jugar fútbol o béisbol? La cagadera debe ser insólita. Tendríamos un colapso hospitalario de dimensiones insospechadas.

¡Ahí se los dejo publicistas!

1 comentario:

  1. El juego de chapita, además, es ecológico ya que hacemos algo útil con las chapas en vez de botarlas en la calle. Qué buen artículo mi pana, me hiciste recordar mis tiempos en el barrio...y no precisamente tomando malta, jajajajaja!!!

    ResponderEliminar